Papa o Huevo?
¿Huevos o Papas?
Había una vez una hija que a menudo se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó dos ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las dos ollas estaba hirviendo. En una colocó papas, y en la otra colocó huevos.
Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las papas y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los puso en otro tazón.
Mirando a su hija le dijo: “Querida ¿qué ves?”
“Papas y huevos – fue su respuesta.
Entonces la hizo acercarse y le pidió que tocara las Papas. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera… Luego de sacarle la cáscara observó que estaba duro.
Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa esto, padre?”
Él le explicó que los dos elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
Las papas llegaron al agua, fuertes, duras… pero después de pasar por el agua hirviendo se habían vuelto débiles, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido…
“¿Cuál eres tú?”, le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿cómo respondes? ¿Eres una papa o un huevo?”
Como eres tú?
¿Eres una papa, que parece fuerte, pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza débil y sin mayores fortalezas?
¿Te enfrentas con ese espíritu?, después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te vuelves vuelto duro y fuerte? Para enfrentar los problemas?